Las relaciones con la Iglesia siguen siendo difíciles: “Hoy, ese gran impulso ha sido sustituido con una conducta dogmática”.
El elogio de los masones al Concilio. “El Vaticano II enseñó a los creyentes el valor del diálogo como método que hace posible el encuentro entre los hombres, más allá de cualquier credo o pertenencia; a sentirse parte de una comunidad en movimiento. A nosotros los laicos, nos enseñó a reconocer la humanidad de la Iglesia. Después de 50 años, este mensaje de paz, de concordia y de fraternidad entre todos los hombres está más vivo que nunca y es necesario para reaccionar a la crisis de valores que amenaza a nuestro mundo moderno” (…continua)